Se denomina Guerra del Peloponeso a la que enfrentó durante casi treinta años a todo el mundo griego, entre 431 a.C. y 404 a.C. Se desarrolló en tres ámbitos: la Hélade, la Magna Grecia y el litoral de Asia menor y se desarrolló en tres fases: la guerra Arquidámica, la Siciliana y la de Decelia o Jonia.
Origen y causas
La causa directa fue el enfrentamiento entre atenienses y corintios por la isla de Córcira (la actual Corfú). Pero en el fondo latía la verdadera causa: el choque entre el creciente poderío de Atenas y la antigua hegemonía espartana.
La Guerra del Peloponeso es el suceso mejor conocido de la historia de Atenas.
El escenario de la guerra
Este largo conflicto que duró una generación, se desarrolló en tres escenarios:
La Hélade propiamente dicha, con el Peloponeso y el Ática como escenarios de los enfrentamientos, tanto terrrestres como navales.
La Magna Grecia.
El norte del Egeo, con las colonias de Tracia y la Calcídica, además de Asia Menor y el Helesponto.
Antecedentes
La paz de los 30 años, firmada el 445 a.C. reconocía la hegemonía espartana sobre el Peloponeso a cambio del reconocimiento de la hegemonía marítima de Atenas.
Pero este período de relativa paz solo duró quince años.
A partir de esas fechas. Atenas, que seguía dirigida por Perícles, pudo intensificar su presencia con toda libertad en los mercados del Mediterráneo, donde su hegemonía estaba basada y apoyada por la Confederación de Délos (que nunca se denominó oficialmente «liga» sino «Atenas y sus aliados»).
La Confederación de Délos
Atenas justificaba la existencia de la Confederación a pesar de haber pasado el peligro persa, como forma disuasoria ante el vecino asiático.
No todas las poleis de la liga estaban totalmente de acuerdo con el auge ateniense y el beneficio que Atenas sacaba de su hegemonía, aunque, como todos mantenían el libre comercio, todos se aprovechaban de la relativa paz, en la que el conflicto continuo de la Hélade permanecía latente.
Causas Inmediatas
Aunque Esparta no resultaba perjudicada directamente por el auge de Atenas o de la Liga de Délos, sí lo estaban algunas de las ciudades aliadas a ella.
La excesiva oferta de las ciudades aliadas, en especial del comercio ateniense, obligan a poner trabas al comercio de Corinto y Mégara. El único camino que tenia Atenas era el bloqueo directo o indirecto de estas ciudades competidoras tan próximas a ella.
La situación de los futuros contendientes
El gobierno de Esparta tenía razones para temer la guerra con Atenas, ya que podían muy fácilmente desencadenarse rebeliones interiores. Si daban armas a los ilotas y periecos, éstos se considerarían iguales a sus dominadores, los homoioi o iguales.
A Esparta no le interesaba una guerra ofensiva. Otro caso era el de algunos estados del Peloponeso.
Corinto, miembro de la Liga del Peloponeso, difería de Esparta en casi todos los aspectos y tenía lo que faltaba a aquélla: flota y dinero. Además, esta ciudad ocupaba una situación estratégica muy favorable: su istmo unía Grecia del Norte con el Peloponeso, dominaba tres rutas comerciales de primera importancia, dos en el mar y una por tierra, y su flota comercial y militar fue la poderosa de Grecia hasta las Guerras Médicas
Sus artesanos exportaban por doquier productos muy solicitados. Corinto era el corazón del mundo en esta época, fue el lujo y el esplendor de su forma de vida.
Corinto era sobre todo rival de Atenas en el mar y el motivo mayor de tal rivalidad y competencia era Sicilia. Además, los corintios deseaban el monopolio del tráfico en el mar Jónico, dejando sólo a los atenienses el mar Egeo y el mar Negro.
Cronología-Periodos
Por Guerra del Peloponeso se entiende los conflictos bélicos que tuvieron lugar en el mundo griego entre los años 431-404 a.C., que se dividen a fin de comprender mejor tan largo período, en diversas fases tras los preliminares del año 432 a.C.:
Guerra de Arquidamo: 431-421 a.C. periodo que termina con la Paz de Nicias, por la que se restablece el statu quo.
Guerra siciliana o expedición a Sicilia 415-413 a.C
Guerra de Decelia o de Jonia: 413-404 a.C.: termina con el asedio y la capitulación de Atenas y el gobierno de los Cuatrocientos.
El final de la Guerra del Peloponeso
Restituido Lisandro al frente de la flota espartana, se dirigió a Egospótamos frente a Lámpsaco, en el Quersoneso tracio. Allí, los atenienses engañados y cogidos por sorpresa, fueron vencidos y muchos de ellos capturados, siendo ejecutados más de 3.000 y destruidas gran parte de sus naves.
Atenas no sólo perdía gran parte de su flota, sino que también se quedaba sin sus posesiones en el Estrecho del Helesponto, incomunicada para recibir sus provisiones del mar Negro por vía marítima.
Por ello podría decirse que no fue la derrota de Egospótamos lo que provocó el final de la guerra del Peloponeso sino que esta derrota provocó la falta de aprovisionamiento de la ciudad, haciendo más crítico el asedio a sus campos desde Decelía.
Así, no fue la amenaza lacedemonia, la más decisiva y temible, la que venció a Atenas, sino el hambre, que se acusó con la vuelta de los cíemeos de Asia Menor, contribuyendo más aún, si cabe, al hacinamiento, a la desesperación ateniense y a su desmoronamiento final que provocó la rendición.
La rendición de Atenas
Sitiada por el mar y tierra, a comienzos del año 404. Atenas capituló, finalizando veintisiete años de una terrible guerra que enfrentó a todo el mundo griego.
Terámcnes fue enviado ante el Congreso de la Confederación del Peloponeso, donde corintios y tebanos fueron los más hostiles, pidiendo la destrucción de Atenas, aunque los espartanos prefirieron una Atenas vencida y desarmada integrada en la Confederación del Peloponeso, tal vez, más que por respeto a su rival, porque temieran el auge de Corinto.
La Asamblea ateniense aceptó estas condiciones, firmándose la paz en abril del 404 a.C., tras lo cual, el espartano Lisando entraba en Atenas, imponiendo el absolutismo militar y político.
Consecuencias de la derrota ateniense
Así pues, este conflicto fue el más grave de los que enfrentaron a los griegos, a los bárbaros e incluso a la mayor parte de la Humanidad.
Tras él, Atenas desaparecía como potencia naval y líder político de los ideales democráticos del mundo griego, quedando reducida a ser un miembro más de la Liga del Peloponeso.
Sin embargo, las consecuencias, tanto sociales como económicas y culturales de la Guerra del Peloponeso no fueron sufridas sólo por los atenienses, sino por todos los griegos. Estas consecuencias fueron:
- Las deudas de los Estados contraídas principalmente con Persia.
- La recesión de la economía y el comercio.
- La aparición de la piratería en el Egeo, al no existir el control de la flota ateniense.
- El debilitamiento de la demografía, debido a la enorme pérdida de vidas humanas.
- La crisis moral, ideológica y religiosa que produjo la inestabilidad de un largo proceso de guerra.
Cómo citarnos
González, María y Guzmán, Jorge (2015, 13 13Europe/Madrid febrero). Guerra del Peloponeso. Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/guerra-del-peloponeso