Guerra de Corinto

La guerra de Corinto

La guerra de Corinto es el conflicto entre los caballeros de Esparta y pequeños comerciantes y artesanos. Tebas, capital de Beocia, se iba convirtiendo poco a poco en el foco de la resistencia antiespartana. Esta ciudad había sido la más favorecida por la derrota ateniense y a su alrededor se fortaleció la Liga de Beocia, que se reunía en la fortaleza tebana de la Cadmea.
Esta Liga estaba dirigida por un Consejo elegido por los once distritos en que se hallaba dividida la región, que elegían los once beotarcas.
Durante mucho tiempo, había sido filoespartana, pero poco después de terminar la Guerra del Peloponeso, el partido de los caballeros favorable a Esparta, encabezado por Leontíadas y Astias, fue derrotado por el de los pequeños comerciantes y artesanos, hostiles a Esparta, encabezado por Ismenias y Andrócidas. A partir de aquí los acontecimientos se desarrollaron rápidamente. Es la denominada Guerra de Corinto (395-386) que terminaría con la Paz del Rey o de Antálcidas.

Antecedentes de la Guerra de Corinto

Hacia el año 395 los tebanos atacaron la Fócide, región amiga de Esparta.
El rey espartano, Pausanias, a la cabeza de las fuerzas de la Liga del Peloponeso (excepto Corinto), atacó Beoda.
La proclama antiespartana encontró eco en Atenas.
Lisandro fue enviado a la Fócide y luego a Beocia, donde fue derrotado y muerto ante la ciudad de Haliarto.
Pausanias propuso una tregua en lugar de enfrentarse a los ejércitos de Tebas y Atenas, lo que le valió la ejecución al volver a Esparta.
El triunfo en Halianto animó a los enemigos de Esparta. Y se formó la cuadrúple Alianza de Atenas-Tebas-Corinto y Argos, a la que se unieron Acarnania, Épiro, Fócide, Eubea, Eócride, ciudades de la península Calcídica y Tesalia.

Desarrollo: Nemea, Coronea y Cnido

  • Reunión de los aliados en Corinto y comienzo de la guerra del mismo nombre: Guerra de Corinto, en el año 394: Primera acción unida de los Estados griegos democráticos contra la hegemonía espartana.
  • Agesilao volvió de Asia Menor, se abrió camino por Tesalia y en Coronea venció a la cuádruple Alianza el 3 de agosto del año 394.
  • Los espartanos vencieron a los aliados junto a Nemea y ocuparon Sición.
  • Se estrechó la colaboración entre Tebas, Atenas, Corinto y Argos.
  • El éxito de Coronea perdió todo su valor para Esparta cuando la flota persa y fenicia, mandada por Cónon y Farnabazo, atacó la armada peloponésica en Cnido, en el sudoeste de Asia Menor, muriendo el jefe espartano, Píndaro, con lo que Esparta dió su fugaz hegemonía naval y también todas sus posesiones en Asia Menor y el Mar Negro.

La inversión de las alianzas

Se intensificó tras esto la influencia persa en Grecia y con su oro, los beodos acuñaron las primeras monedas de oro griegas y al mismo tiempo ayudó a Atenas, con lo que se llegó a una situación inversa a la que se había dado hasta entonces (alianza Esparta-Persia y oposición a Atenas).
Encerrada en sus métodos bélicos, basados en la destrucción y el pillaje, Esparta provocó en el año 392 una violenta oleada de asesinatos y represiones en Corinto, que se unió a Argos para defenderse.
En Atenas, mientras tanto, volvió a restablecerse el antiguo poderío naval y se reedificaron las murallas. El personaje principal en estos momentos era el almirante Cónon.
Se creó así una nueva flota a la que se unieron Rodas, Quíos, Cos, Lesbos, las Cícladas y Esciro, entre otras y se estrecharon vínculos con las grandes ciudades de Asia Menor, como Éfeso y Bizancio y otros lugares como la isla de Chipre.
Este creciente poder ateniense inquietó a Esparta, que intentó firmar con Persia un tratado en el año 392, con una serie de condiciones:

  • Esparta reconocía el dominio persa sobre las ciudades griegas del litoral de Asia Menor.
  • Se declararon libres y autónomas todas las demás ciudades griegas, pretendiendo que se disolvieran todas las Ligas, excepto la Lacedemonia.
  • La consecuencia de todas estas condiciones volvería a ser de nuevo la hegemonía espartana.

La Paz del Rey o de Antálcidas (386 a.C.). La humillacion de Atenas

Estas proposiciones no gustaron a nadie y la paz no se firmó en una primera reunión en Sardes ni tampoco al año siguiente, en un Congreso reunido en Atenas, continuando la guerra otros cinco años más, hasta que, finalmente, en el año 386 a.C. se firmó la llamada Paz de Antálcidas, por el nombre del navarca espartano que consiguió inclinar a los persas a su favor. Esta paz se llama también Paz del Rey. Su texto lo recuerda Jenofonteq.

Esta paz se firmó con las condiciones de la que se había propuesto en el año 392, añadiendo ahora los persas a su posesión de las ciudades de Jonia, las islas de Clazómenas y Chipre, además de limitar por un periodo de cincuenta años la intromisión de la Grecia peninsular en Anatolia.

Asimismo, se otorgó la autonomía a todas las ciudades helenas, excepto las islas de Lemnos, Imbros y Esciros, que quedaron bajo el dominio ateniense, que conservó en ellas sus cleruquías.

Como consecuencia, esta paz se recordará como el momento de la mayor humillación de Grecia ya que con ella:

  • Se disolvió la Liga Beocia, reconociéndose la autonomía de cada una de sus ciudades.
  • Se restableció la hegemonía espartana. Este momento es el del auténtico triunfo de Esparta.
  • Las ciudades griegas de Asia Menor quedaban bajo dominio persa y se produjo en ellas un gran florecimiento comercial. Durante cincuenta años, Artajerjes II limitó la intromisión de la Grecia peninsular en Anatolia. Esto tal vez fue un desastre para los admiradores, antiguos y modernos. de la democracia, pero coincide con un aumento de la prosperidad que se manifiesta de muy diversas formas: Construcciones monumentales: Monumento a las Nereidas y Cariátides de Limira en Licia. Mausoleo de Halicarnaso en Caria, templo de Atenea en Priene y Artemisión de Éfeso. en Jonia, así como en el ya mencionado traslado material del emplazamiento de ciudades, para aumentar su perímetro y dar cabida a una población mayor: Halicarnaso. Eritras. Cnido y Cindie que aumentaron su población con la de ciudades limítrofes llevando a cabo un proceso de sinecismo16. a costa de sátrapas acaudalados que dedicaban sus ingresos al embellecimiento y Amento de prestigio de sus respectivas ciudades.
    • Éfeso se convirtió en el principal centro de intercambio entre Oriente y Grecia.
    • Lámpsaco y Clazómenas, en el Mar Negro, comienzan ahora a acuñar oro.
    • Creció la política espartana de represión, relatada por Jenofonte, Diodoro y Pausa-nías:

Primero, contra Mantinea, que capituló en el año 385a.C. y sus ciudades fueron dispersadas en cuatro aldeas.

Luego Fliunte, que resistió la demanda de entrega de su acrópolis durante varios meses.

Atenas prestó ayuda a los fugitivos de todas las ciudades griegas ocupadas por Esparta, ya que era el único Estado de Grecia que resultó beneficiado con la Guerra de Corinto, porque se anuló el Tratado que puso fin a la Guerra del Peloponeso en el año 404.

En razón de esta paz, Atenas:

— Pudo reconstruir la muralla y los Muros Largos.

— Recuperó las islas de Imbros, Lemnos y Esciro, donde restableció sus cleruquías.

— Por su amistad con Bizancio y el dominio de estas islas, recuperaba el comercio del Mar Negro.

— Mantuvo su amistad con las grandes islas del Egeo, como Lesbos, Quíos y Rodas.

— Apoyó secretamente la sublevación de Chipre y Egipto contra Persia.

Cómo citarnos

González, María y Guzmán, Jorge (2019, 7 07Europe/Madrid septiembre). La guerra de Corinto. Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/la-guerra-de-corinto