La organización, administración y sociedad fue cambiante en cada Periodo, en el Imperio Antiguo, la monarquía alcanzo su máximo grado de centralización antes de caer en el primero de los recurrentes periodos de disgregación territorial que se dieron a lo largo de la historia egipcia. Aquella centralización coincidió con la divinización del monarca, también en este periodo se otorgo un considerable poder a los nomarcas los cuales entraron en colisión en el Imperio Medio con los de las grandes familias que habían perdido muchos de sus privilegios. Después de la expulsión de los Hicsos, en el Imperio Nuevo se volvió a insistir con más fuerza que nunca en el carácter divino del soberano, pero dado a la expansión territorial de este periodo el faraón tuvo que delegar funciones.
Con respecto a la sociedad en el Imperio Antiguo hubo la tendencia a la hereditariedad entre las autoridades de los nomos. Lo resaltante de la sociedad en el Imperio Medio fue la inclusión de la esclavitud, traídos del norte del Nilo como mano de obra. En el imperio nuevo, las tareas constructivas ocupaban de forma permanente a numeroso albañiles y peones, a los que se sumaban los campesinos, para trabajar en las obras publicas y monumentales, cuando las crecidas del Nilo inundaban del campo.
Imperio Antiguo de Egipto
Organización y administración
El Rey
Oficialmente el rey llevaba cinco nombres, titulatura que ya estaba fijada en su mayor parte a fines del IV milenio. A esta nomenclatura se la llama también Protocolo, y conferida al rey en las ceremonias de coronación. A partir del Reino Antiguo, cinco nombres, compuesto cada uno, bien de una palabra o nombre propio, bien de una corta frase para cada faraón. Tres al menos se empleaban ya en la Dinastía I.
El rey, en cuanto gobernante de Egipto, trascendía de lo humano y adquiría carácter divino en la medida que gobernaba, porque gobernar y dictar leyes era reproducir mágicamente en el mundo el sistema divino de los dioses.
El rey, era el que dirigía la historia del país y lo hacía en virtud del derecho divino (maat), es decir, el orden universal y por ello podía gobernar, dictar y emanar derecho y mantener al país en orden frente a las fuerzas disgregadoras del Caos.
Este doble naturaleza del faraón explica el hecho de que éste, perdida la naturaleza humana, ascendiera a la categoría de los dioses. Así se lee en los Textos de las Pirámides.
La propiedad privada
Los textos que acompañan las escenas tradicionales de las sepulturas con el difunto en su papel de un rico en su dominio son poco explícitos. Pero dentro de toda esta indefinición existieron una serie de formulaciones y términos que se acercaron a los conceptos de propiedad, tal como los entendemos hoy en día, tales como: dueño, señor, dependencia, intervención, idea de poder, fuerza procesal y ejecutora de la palabra, etc.
Con estos precedentes se pueden entender las distintas formas de posesión de los bienes de Metjen, un funcionario de la época de Snefru, a comienzos de la IV Dinastía que sirven de paradigma para entender la propiedad en aquellos momentos.
La extensión de las propiedades de distinto tipo que podía tener una persona se aprecia en el citado caso de Metjen, el cual poseía unas 54.7 hectáreas, sumando todos los tipos de propiedades, de las que recibía los ingresos mientras permaneció en el cargo que le encomendó el rey, además de otros ingresos familiares. Estas concesiones suponían una gran distinción por parte del rey. Los bienes raíces debían permanecer indivisos y eran transmisibles de padres a hijos. Se les designaba con el término pr-dt. Obviamente existía la propiedad privada propiamente dicha.
Este estado particular debe entenderse dentro del proceso general de formación del Estado egipcio durante el Reino Antiguo.
Organización del Estado
Es muy difícil dar una idea clara de la organización de la administración egipcia durante el Imperio Antiguo y Primer Período Intermedio. La razón fundamental es que, aunque se conservan múltiples inscripciones de funcionarios y muchos de ellos escriben sus títulos en sus tumbas, no por ello se puede saber exactamente el ámbito de sus funciones.
Aunque con notables variaciones, ya que se trata de dilatado período de tiempo, puede, resumirse la situación de Egipto en esta época, esta organización era de la forma siguiente:
La pirámide social
Se puede decir que la pirámide social comprendía tres niveles:
a) En la cúspide estaba el Rey, depositario por derecho divino de todos los poderes del Estado. Era un personaje divinizado, identificado con el dios Horus (el dios Halcón) y colocado bajo la protección de las diosas Cobra de Buto (Wadjet) y Buitre de el-Qab (Nejebet/Nekhbet) adoptando los sobrenombres citados. Cada treinta años de reinado se renovaban sus poderes en una fiesta Sed.
Progresivamente, a lo largo del imperio Antiguo y el Primer Período Intermedio, su divinización se acentuó y desde la V Dinastía se proclamó que el dios-sol Ra se unía a la mujer del Rey (hiero-gamia, eufemísticamente matrimonio sagrado) engendrando a los sucesivos reyes.
b) Altos funcionarios y sacerdotes.
c) Pueblo bajo, el pueblo llano estaba formado básicamente por labriegos y artesanos. Como se ha dicho al hablar de la propiedad privada, al parecer no existían esclavos propiamente dichos, salvo los prisioneros de guerra.
Administración central
En la Dinastía IV los dos cargos principales en la administración central eran el de Visir y el de Supervisor de las obras. Entre los dos probablemente controlaban la mayor parte de la administración, aunque la existencia de algunos Directores de los Tesoros indica que la responsabilidad de las finanzas no era de su exclusiva competencia. A finales de la Dinastía IV y comienzos de la V aumentó el número de altos funcionarios. Se dividieron las funciones del Supervisor de las obras, de las que unas quedaron bajo la dirección del Supervisor de todas las obras (del rey) y otras al cargo de funcionarios que se llamaban Supervisores de las obras (del rey). Se crearon los cargos de Supervisor de los escribas de los documentos del rey, Supervisor de las seis grandes mansiones. Supervisor de las grandes mansiones, Supervisor del granero y Supervisor de los dos graneros. Al mismo tiempo se organizó de una manera sistemática la función de Supervisor del tesoro y Supervisor de los dos tesoros. Parece que esta reforma tuvo lugar en la época que va desde Neferikara a Niuserra, precisamente la misma en que se estableció una ordenación de los títulos honoríficos. Todo ello se hizo probablemente para conseguir una administración más eficaz, reduciendo y especializando el ámbito de actuación de cada funcionario.
El Visir
Su cargo inicialmente concedido como único y confiado aun miembro de la familia real, aparece por primera vez durante el reinado de Snefru, el primer faraón de la IV Dinastía, aunque tal vez el cargo sea anterior al desempeño de las funciones, pues su arquetipo aparece ya en la II Dinastía. El primer Visir que se conoce fue Nefermaát al que siguió su hijo Hemiunu.
El ideal de la función de Visir para el Imperio Antiguo (t3ty) se encuentra expuesto en el tratado Máximas de Ptah-hotep, donde se condensan una sabiduría y prudencia en el arte de gobernar que se remontan a épocas muy remotas.
Funciones del Visir
Las funciones del personaje con este importante cargo, clave de la organización administrativa egipcia pueden resumirse en cinco puntos:
a) Era el Jefe de la Administración Central. Todos los asuntos importantes pasaban por su despacho. Para llevarlos, estaba asistido por los Jefes de Misión que le ponían en comunicación con todo el país y todos los asuntos del gobierno.
b) Presidia los archivos reales, donde se conservaban todos los documentos importantes tanto reales como públicos o privados (testamentos, contratos, etc.).
c) Era jefe de la Gran Casa de la justicia y como tal, presidia las Seis Grandes Casas o Grandes Audiencias territoriales. Por ello se le relaciona en su titullatura con las divinidades de la justicia como Maat y Toth (Dhwty).
d) Dirigía el Tesoro (Hacienda), tal vez ministerio de Agricultura: el Doble Granero dirigido por el Jefe del Doble Granero situado a sus órdenes.
e) En general, era el jefe de todos los servicios del Rey: de la Casa Real, de la Casa de Armas, de la Cámara del Tocado del Rey. etc.
Sus prerrogativas crecieron desde la subida al trono del visir Amenemhat, al comienzo de la XII Dinastía.
El Canciller del Rey del Bajo Egipto
Este título, atestiguado desde mediados de la I Dinastía, tendió a convertirse en un cargo honorífico.
El Canciller del dios
Este título tendió a convertirse en un importante cargo administrativo. Era un cargo de confianza elegido directamente por el faraón para una misión concreta, como organizar y dirigir las expediciones a las minas y los viajes comerciales al extranjero, para lo cual disponía de tropas armadas o de una flota. Llevaba, por ello, los títulos de general y almirante. También, al parecer, dirigía y administraba la explotación de los monopolios reales.
El Tesoro
Un país centralizado como el Egipto del Imperio Antiguo necesitaba un Tesoro que recaudase y centralizase la recogida de todos los productos del país y los redistribuyese para sufragar todos los gastos oficiales, tanto de personal como de las obras construidas.
El nombre que recibía era:
a) La Casa Blanca o Tesoro del Alto Egipto y la Casa Roja o Tesoro del Bajo Egipto.
b) Cuando se unificó, se le dio el nombre de Doble Casa Blanca, lo que indica una vez más, la supremacía del Alto Egipto sobre el Delta y el recuerdo de su dualismo primitivo.
Funciones de la Doble Casa Blanca:
- Centralizaba el almacenamiento de todos los productos o impuestos que el país enviaba al Palacio Real.
- Los productos del campo se centralizaban en el Doble Granero. dirigido por el Jefe del Doble Granero.
El Tesoro tenía posesiones en todo Egipto (Tesoros del dios) y numerosos funcionarios, que desempeñaban tareas militares y navales.
El Ministerio de Agricultura
Este servicio estaba dividido en tres departamentos: dos servicios que se ocupaban respectivamente de los animales y de los campos:
a) De los animales: Recibe el nombre de per-heri-udjeb. Estaba presidido por un Jefe de las dos mitades del per-heri-udjeb, que tenía a su servicio funcionarios subalternos y escribas.
b) De los campos: Este servicio estaba presidido por el Jefe de los Campos, que también, tenia a su servicio otros funcionarios y escribas.
y un tercero que guardaba los títulos de propiedad y los documentos civiles como testamentos y contratos.
Los terrenos de propiedad real
Estos terrenos se arrendaban a particulares y dependían de un jefe cuya figura parece bastante importante. Servían de campos de pastoreo o de huerta, según su situación geográfica.
Los escribas
Toda la extraordinaria organización que hizo del Imperio Antiguo una época de esplendor en la que Egipto se convirtió en uno de los primeros países de Oriente, no hubiese sido posible sin la figura del escriba, cuya función fue siempre muy solicitada por imprescindible. En cada ciudad importante existía un archivo, en el que trabajaban, al que se llamaba Casa de Vida, en el que se reunían los documentos relacionados con el funcionamiento de la ciudad.
Entre estos escribas se multiplicaban las titulaturas, que comenzaban con la de Jefe de los Secretos, título que indica una iniciación religiosa y mágica y la indudable importancia del cargo, ya que en sus manos estaba el funcionamiento del país, tanto a nivel material como espiritual, puesto que estos Jefes de los Secretos se ocupaban también de las misiones reales, de las órdenes del Faraón, de la Justicia, la diplomacia, etc.
Administración provincial.
El término nomo comienza, con los Lágidas, que retomaron de forma generales las divisiones territoriales tradicionales. El jeroglífico que representa al nomo es producto de la unificación del país: representa un terreno dividido en zonas cuadradas por zonas de riego. Los elementos más antiguos que se conocen aparecen en unos fragmentos de vaso encontrados en los subterráneos de la pirámide de Djeser en Saqqara. Este material arqueológico se fecha en la II Dinastía. En ningún caso puede ser posterior a la III Dinastía. La Cámara del Mundo contenía tres copias de la lista de los nomos, que se pueden calcular a pesar de que existen lagunas: 22 para el Alto Egipto y 16 para el Bajo Egipto. En la XVIII Dinastía hay un nomo más, 17 en el Delta y serán 20 en época ptolemaica.
Civilización y organización de Egipto durante el Reino Antiguo y Primer Período Intermedio
La civilización
En época tardía se habla de tres grupos de personas, denominadas pat, rekhyt y los henememet, aunque estos nombres ya se encuentran en los Textos de las Pirámides.
- El término pat suele traducirse por patricios, pero para los egipcios eran los más antiguos habitantes autóctonos del país, gentes del Alto Egipto (el Sur).
- Los rekhyt quizá fueran gente del Delta que se enfrentaron a los reyes del sur. Por eso aparecen ahorcados tras una victoria de los meridionales en los documentos predinásticos.
- Los henememel son orientales que contemplan la salida del sol al cual adoran. Más tarde, este término se identifica con el ser humano en general.
Los nedjes eran las personas sin títulos y eran designados por su oficio y se les conoce por la Sátira de los oficios, del Imperio Medio. Los que residían en la ciudad eran posiblemente libres pero los que dependían de templos y talleres reales solían ser siervos, vinculados o a la tierra o al lugar donde trabajaban.
Durante el Imperio Antiguo se conocen los términos hom y meryt que designaban a unos servidores que gozaban de cierta libertad. Lo que se entiende por esclavos sólo aparecerán con las grandes guerras exteriores de los reinos tebanos: prisioneros extranjeros de Siria y Nubia, asignadas a templos y como recompensa a los soldados más valerosos, como relata Ahmosis, hijo de Abana que le dio el faraón Ahmosis I: Entonces me traje de allá el botín: un hombre y tres mujeres, en total 4 cabezas; entonces su Majestad me los dio como esclavos
También existía a partir de la Dinastía XIX un mercado de esclavos, bak. El hombre libre se denominaba nds, w’b, nmh y rmt.
La burocracia estaba muy desarrollada y existía una clase media numerosa y culta, ya que la instrucción estaba bastante extendida.
Se conocen grandes propietarios, con vastas extensiones de terreno y otros más modestos. También los reyes, sobre todo los de la V Dinastía. dieron a los templos dominios cuya superficie variaba entre seis y catorce hectáreas.
Los pequeños propietarios vivían generalmente en casas de campo de las que a veces, la superficie no superaba la hectárea, rodeada simplemente por una cerca. En general, estos propietarios no se dedicaban directamente al cultivo de la tierra, puesto que solían ocupar cargos administrativos, teniendo sirvientes que se ocupaban de estas tareas.
Lo población rural: Vivía en el campo, de los cultivos y el ganado. Se conoce la existencia de tierras que a veces, se vendían con la gente que las trabajaba, tal vez en su mayoría prisioneros de guerra, sujetos a la tierra en los dominios reales, a veces cedidos a propietarios privados y no de esclavos egipcios.
La población urbana se concentraba, sobre todo, en el Delta. Los núcleos urbanos tuvieron importancia, sobre todo, en la economía, ya que eran, esencialmente, centros comerciales y su prosperidad dependía sobre todo del comercio marítimo, que se extendía desde Biblos en Fenicia, la costa de Asia Menor y el Oriente Medio y por el Egeo y del comercio interior por el Nilo protegidos ambos por una gran armada de guerra.
Principales ciudades
Existían numerosas ciudades por todo Egipto entre las que destacan:
En el Delta
Tanis, situada al este de esta región, y Menfis, más al sur, capital administrativa del país, eran las mayores y más ricas ciudades de esta época en Egipto.
Otras ciudades importantes de este momento fueron: Bubastis, Per, Seped, Sais, Atribis, Busiris, Buto y Mendes.
En el Egipto Medio
Destacaban las poblaciones de Heracleópolis, Cusae y Un, con grandes santuarios, gran densidad de población y una serie de marineros y obreros siempre dispuestos a amotinarse. Había una clase de ricos propietarios y comerciantes, armadores e industriales.
Los obreros: Eran sin duda hombres libres. puesto que se conservan documentos autentificados firmados por personas de la clase trabajadora (canteros, obreros de las minas, etc.), Solían trabajar en grupos de diez, dirigidos por intendentes. El salario se pagaba en especies (pan, cerveza, trigo, tejidos, etc.).
La familia y su evolución
En la época más antigua la familia egipcia se basaba, al parecer, aunque tal vez no en términos absolutos, en la autoridad paterna y el régimen de mayorazgo.
En las Dinastías III y IV, a medida que se fortalecía la autoridad real, se rompían los lazos familiares y señoriales.
Este derecho de familia se revela esencialmente individualista bajo las Dinastías III y IV, estando la familia reducida a su forma más estricta: Padre, madre e hijos. La mujer figuraba, generalmente, al lado del marido y el orden de los herederos estaba regulado por la ley. Los egipcios no registraban nacimientos, muertes, matrimonios o divorcios.
El culto funerario era también individualista, incluso en la familia real. Autoridad paterna, cohesión familiar y culto funerario de la familia fueron tres conceptos estrechamente ligados que se fueron debilitando a través de los siglos y desaparecieron por completo durante las Dinastías III y IV.
Los MEDIOS DE CAMBIO
El intercambio era esencialmente en forma de trueque. Los documentos jurídicos permiten precisar las condiciones de este procedimiento. Ya en el Imperio Nuevo, una función como la del Segundo Profeta de Amón se pagaba aún en especies. Algunos grandes templos acuñaron lingotes de oro antes de la aparición oficial de la moneda.
Imperio medio de Egipto
Organización y Administración del Imperio Medio
Los Nomarcas
El excesivo poder de los nomarcas había entrado en colisión con los de las grandes familias, que habían perdido muchos de sus privilegios tradicionales en beneficio de aquellos. Esos grupos familiares dieron la bienvenida a la nueva dinastía (la XI), y al frente de los nomos volvió a situarse un jerarquía que contaba con la confianza del poder central. Parece que la hereditariedad del cargo había entrado en crisis, acaso a raíz de la situación de desorden endémico que aquejó al país durante el primer período intermedio.
Pero el nuevo nomarca gran jefe del nomo acumuló más poder que nunca, si bien por el momento no cayó en los excesos de la anterior etapa feudal. Las fronteras entre nomos fueron rediseñadas a fin de que no se suscitaran rivalidades.
Funciones del monarca
Básicamente, las obligaciones de los nomarcas eran las que fueron siempre, aunque dejaran de cumplirse; recaudar impuestos, promover levas en tiempo de guerra, supervisar las tareas agrícolas y cuidar de la conservación de las obras de regadío. La reorganización administrativa dio sus frutos, y durante el Imperio Medio el país estuvo razonablemente bien gestionado y, en general, este periodo fue prospero. Bajo los últimos reinados de la XII dinastía, sin embargo, comenzaron a advertirse los síntomas recurrentes de la fragmentación y la actuación de las sempiternas y disolventes fuerzas centrifugas. En efecto, muchos nomarcas desaparecieron y fueron sustituidos por reyezuelos.
Primer ministro
Los jefes de misión del Imperio Antiguo parecen haber sido sustituidos por 30 altos funcionarios dependientes del patio de las seis casas o ministerio de justicia, regido directamente por el primer ministro. Esos 30 altos funcionarios del Sur no sólo entendían en cuestiones judiciales, sino que llevaban a cabo misiones políticas y administrativas en nombre del poder central.
Funciones del Primer Ministro
En cuanto al primer ministro, mantuvo las funciones que ya se le reconocían en reinados anteriores, si bien adaptadas a la mayor complejidad de las estructuras. Lo mismo cabe decir del rey, tanto más cuanto que los soberanos de la XII dinastía en general se comprometieron personalmente con la tarea de gobierno, y en este sentido hay que resaltar su dedicación y eficacia.
Administración en el Imperio Medio
Gastos
El presupuesto se dividía en dos grandes partidas:
Gastos Fijos, comprendían las cantidades asignadas al faraón y a su familia, y la retribución de los funcionarios (primer ministro, ministros de guerra, de agricultura y de los archivos reales, más, cabe imaginar, funcionarios de menor rango).
Los Gastos Extraordinarios, se componían de los donativos que el rey distribuía discrecionalmente como premio a los servicios a los servicios prestados o con motivo de fiestas.
Ingresos
Los ingresos provenían de los impuestos, de cuya recaudación se encargaban tres organismos cuyas funciones específicas se nos escapan, aunque sí consta que los impuestos nunca se pagaban enteramente en el periodo fiscal correspondiente, y que los escribas tenían que llevar complicadas contabilidades de lo que se adeudaba y lo que se había pagado. Recordemos que la economía no era dinerada y los impuestos se abonaban en especie.
Sociedad en el Imperio Medio
Esclavitud
En este período se introdujo un elemento nuevo en la sociedad egipcia: la esclavitud. Las primeras empresas bélicas más allá de las fronteras, en la franja siriopalestina y Nilo arriba, proporcionaron mano de obra esclava, de la que no tardaron en disponer los reyes y los altos funcionarios, pero también lo que podríamos llamar las clases medias consolidadas (funcionarios de rango inferior, artesanos). Quizá sea éste uno de los elementos que contribuyeron a la prosperidad que se registró en el Imperio Medio, muy fructífero también en el campo de la cultura y de las realizaciones materiales. El pueblo llano, esto es la gran masa de peones agrícolas, no se benefició apenas de esa bonanza económica. Muchos de sus integrantes emigraron a las ciudades y buscaron trabajo en los talleres artesanos.
Desigualdad social
Una de las características del auge cultural apuntado es el florecimiento literario, y los escritos de la época son pródigos en amargas quejas de los humildes por su suerte. Un texto conocido como Advertencias de un sabio egipcio se refiere incluso a una insurrección que llegó a apoderarse de la persona del rey, y hubo asaltos a los palacios de los altos funcionarios, se desenterraron momias de soberanos anteriores, se arremetió contra los sacerdotes y se saquearon las reservas de cereales. Parece evidente que, de ser cierto el relato, se trató de un episodio revolucionario protagonizado por las capas más desfavorecidas de la sociedad. Todo ello en medio de la fragmentación del poder y de las oscuridades que rodearon el fin del Imperio Medio y los inicios del segundo periodo intermedio (dinastías XII y XIII).
Imperio Nuevo de Egipto
Organización y administración de Egipto durante el Imperio Nuevo
El gobierno central
En la cúspide del gobierno central continuaba el rey o Faraón, cuyo poder evolucionó a lo largo del Imperio Nuevo. En general, la solidez del poder real está demostrada durante la mayor parte del Imperio Nuevo, expresada en una serie de factores como su intervención en los asuntos administrativos y militares; la continuada política de expansión egipcia y la gran fuerza económica, que se refleja en las grandes construcciones.
A finales de la Dinastía XIX y sobre todo, con la Dinastía XX, se produjo un cambio gradual y significativo y la naturaleza y fuerza del poder real, por las relaciones cambiantes entre el faraón, el gobierno civil y el ejército.
Hay también un debilitamiento de la fuerza coactiva del faraón, a pesar de las victorias libias de Ramsés III y elementos libios y nubios continúan infiltrándose en Egipto.
Los CARGOS PÚBLICOS
Aunque a finales del Imperio Nuevo la estructura gubernamental no se derrumbó, constituyendo la base del sistema político reformado del Tercer Período Intermedio, el Imperio Nuevo se caracterizará por la tendencia, cada vez más fuerte, a la heredabilidad de los cargos públicos, en relación con el gran desarrollo de las poderosas familias que ocupaban los altos cargos de la administración, de forma que el gobierno civil fue escapando progresivamente del control real, y más tarde, el religioso. De esta manera, aumenta el papel de los Mayordomos reales, se atribuyen al Gran Sacerdote de Amón algunas funciones normalmente realizadas por civiles, se encuentra a Sumos Sacerdotes representados al lado del faraón, con el mismo tamaño que éste.
Estructura DEL GOBIERNO
Cada rama del gobierno ejercía un poder efectivo. De forma general, el gobierno de Egipto en esta época, puede dividirse en dos partes, territorios internos y conquistados:
Territorios internos
Divididos a su vez en:
a) El gobierno civil, desde el punto de vista geográfico se subdividía en Norte y sur, siguiendo las grandes divisiones tradicionales de Egipto, una de ellas gobernada desde Tebas y otra desde Menfis. Al frente de cada territorio había un Visir. El gobierno civil se ocupaba de regular la agricultura, administrar la justicia, recaudar tributos y mantener el orden ciudadano mediante las fuerzas de policía o medyau.
b) Existía también el Jefe de la flota o Almirante, que también lo era del ejército, cuyos cargos se duplicaban, asimismo para el Norte y para el Sur.
c) Los dominios reales, que eran muy extensos, estaban administrados por el Gran Intendente y la Corte estaba dirigida y organizada por el Canciller y el Chambelán, que se encargaban de la burocracia real y de todos los asuntos relacionados con el faraón y su familia.
Los territorios conquistados.
Eran dirigidos, a su vez, por los gobernadores de las tierras del sur y del norte, que tenían bajo su mando a los diferentes reyes y estados vasallos.
Dos factores de importancia fundamental para la estabilidad del gobierno eran, según los autores indicados, la eficacia de los vínculos entre el gobierno central y el provincial y que los territorios y la administración estaban supervisados por el faraón y sus directos representantes.
Algunas cuestiones planteaban problemas a esta administración centralizada tales como la gran extensión del país a lo largo del Nilo y la relativa ineficacia del sistema de comunicaciones, aunque el Nilo constituía una gran arteria de comunicaciones que contribuía a la tarea administrativa y al control del territorio.
Estructura del gobierno PROVINCIAL
Se conocen una serie de características tales como la existencia de una clara jerarquía entre los diferentes asentamientos. Así, sabemos que las grandes ciudades eran pocas: Menfis, Tebas, Pi-Ramsés. Éstas eran las grandes capitales nacionales, residencias del Faraón y centros religiosos importantes. Estaban además, las capitales de provincias que eran, más o menos, pueblos grandes, aunque la mayor parte de la población vivía agrupada en aldeas.
Las claves de la administración de los diferentes asentamientos eran:
Los alcaldes
Que constituían el máximo grado jerárquico de cada poblado. Cada alcalde ejercía sus funciones como delegado del gobierno en el orden administrativo.
Los Consejos
Que a su vez se dividían en los Grandes Consejos Kenbet, los provinciales y los consejos menores.
- Eran fundamentalmente de carácter judicial, aunque también ejercían funciones administrativas. Los dos grandes Consejos de Menfis y Tebas estaban presididos por un Visir.
- Los Consejos provinciales estaban sometidos al gobierno central, constituidos por los jerarcas, funcionarios y personas de elevada condición socioeconómica.
- En último lugar estaban los Consejos menores, encargados de perseguir a los criminales, cuyo castigo no implicaba la pena capital y de resolver los problemas de disputas por propiedades.
Intendentes y Directores
Existían también funcionarios encargados de organizar la vida económica y de almacenar y recaudar los impuestos debidos al Estado: El Intendente del dominio real, el Director de los graneros y el Director del ganado.
Mensajeros, Inspectores y Vigilantes
Otros cargos de la administración eran los mensajeros de los visires y los diferentes inspectores, vigilantes, etc., que comprobaban la actuación y el comportamiento de los funcionarios locales.
El gobierno central intervenía no sólo en los casos importantes sino también en los que su actuación y arbitraje se aconsejaban necesarios, lo que satisfacía en lo fundamental las necesidades de control de la población, a pesar de los numerosos casos de ineficacia y corrupción que debieron existir entre los funcionarios.
Sociedad y civilización durante el Reino Nuevo
Esta época egipcia se caracteriza por la nueva unidad del país, obtenida por la fuerza de las armas y la desaparición del feudalismo. Otras características que podríamos destacar se refieren a aspectos sociales o las costumbres, que evolucionan a tenor de los nuevos tiempos:
Clases sociales
En estos momentos y en gran medida desaparecerán las clases privilegiadas mientras que las antiguas clases semilibres se irán emancipando, aunque la nobleza tradicional tenía aún gran fuerza. A nivel oficial se trataba, sobre todo, de oponerles una nueva nobleza de tipo administrativo que monopolizase los cargos de la Corte, nobleza formada por grandes propietarios de tierras, grandes oficiales, funcionarios y sacerdotes.
A nivel de los pequeños pueblos gobernaban los consejos locales formados por notables de clase media, que en los centros más pequeños, a veces, estaban formados por sacerdotes, con lo que se aprecia la sociedad egipcia bajo la autoridad moral del clero.
El gobierno central se hallaba en manos de una oligarquía y los cargos se heredaban por costumbre, no en razón de una disposición jurídica.
los rekhyt
Legalmente sólo existía una clase de ciudadanos: los rekhyt, palabra que durante el Imperio Antiguo designó a los habitantes de las ciudades del Delta, a partir de la V Dinastía designó a toda la población urbana y durante la Dinastía XVIII se aplicaría a todos los egipcios que, jurídicamente, componían el país a los que el faraón se vanagloriaba de cuidar.
Los nemhu
Eran los grandes agricultores más favorecidos, terratenientes que por la prosperidad y la paz del país, se enriquecían y llegaban a altos puestos.
Los comerciantes
Los comerciantes existían, sobre todo en los puertos, donde traficaban con los cananeos y el Egeo, recibiendo productos contenidos en grandes jarras, dándoles a cambio telas, cuerdas de papiro y objetos de metal. Ya desde la época de Ahmosis se prosiguió la apertura hacia el Próximo Oriente, iniciada en la Dinastía XII y continuada después. Aumenta la importación de materias primas.
Los henmemet
Constituían la masa campesina humilde, que, de depender de los señores feudales, pasó a depender del Estado y el rey sólo les transmitían órdenes de pago para que abonasen las prestaciones que debían. Aunque eran libres, no gozaban de tal libertad, puesto que su humilde condición les impedía tanto la movilidad como cualquier clase de promoción.
Esclavos
Existía la esclavitud privada, exclusivamente de extranjeros, llevados a Egipto en las victoriosas campañas de los faraones y repartidos entre jefes y oficiales como recompensa de guerra, aunque estos esclavos podían recobrar la libertad con facilidad, casándoles con un pariente del señor.
Los prisioneros que el Estado se reservaba como esclavos eran donados a los templos o trabajaban las tierras reales. No podían liberarse e iban marcados con hierro.
La Familia
La familia va perdiendo su cohesión jurídica y regresa a fórmulas individualistas, existiendo un evidente paralelismo entre la desaparición del sistema de tenencias señoriales por una parte y el derecho de primogenitura y la autoridad por otro, igualándose jurídicamente los esposos. El matrimonio será un contrato y fuera de la comunidad de bienes, el consorte conservaba otros propios, de los que dispone con libertad.
Las costumbres
Las costumbres también se transformaron durante esta primera parte del Imperio Nuevo. Tebas se convirtió en una gran ciudad y en Karnak, alrededor del primer templo de Amón, se desarrolló una ciudad santa de grandes dimensiones, dominada por el rey y su corte. El faraón tenía varias reinas con las que se casa, a veces, por motivos políticos. Sobre todas ellas, la primera era la Gran Esposa. También tenía un numeroso harén y a veces varios, cada uno de ellos en uno de sus numerosos palacios.
El Harén
El Harén era una gran institución con sus funcionarios especiales e incluso comerciantes propios. Sólo las reinas podían dar herederos al trono, pero a falta de éstos, los hijos de las concubinas casados con hijas reales podían ser legitimados por su padre y ser reyes de Egipto, como en los casos de Thutmosis I, Thutmosis II y Thutmosis III, lo que daría origen a numerosas intrigas.
La influencia asiática que penetró en Egipto, en esta época aumentó considerablemente la importancia del harén. Las reinas participaban activamente en las ceremonias oficiales, por lo menos de Gran Esposa. Las concubinas, en cambio, no salían del harén ni figuraba otra reina nunca al lado de la primera.
Vestimenta
Gran numero de miembros de antiguas familias nobles abandonaron por esta época sus residencias y se establecieron en la capital, buscando los grandes cargos. La riqueza y el refinamiento de las costumbres creó un una verdadera vida mundana. Todo el mundo vestía de blanco, las mujeres se hacen representar con bellos trajes transparentes plisados, muy escotados. Utilizaban grandes pelucas y costosos objetos de tocador, pinturas y perfumes, estando adornadas a menudo las grandes damas con ricas joyas.
Los hombres vestían una blusa amplia y túnica y se dejaban crecer la barba como señal de luto.
Cómo citarnos
González, María y Guzmán, Jorge (2015, 19 19Europe/Madrid marzo). La organización política y social del Antiguo Egipto. Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/organizacion-politica-social-antiguo-egipto